La Narrativa en la Terapia Cognitiva Post-Racionalista
Alfredo Ruiz
La narrativa es, a mi juicio, uno de los temas emergentes más fascinante de la psicología contemporánea. El interés que la narrativa ha despertado en los teóricos proviene, creo, del hecho que al adoptar la psicología una perspectiva no empirista, constructivista o postmodernista, la comprensión de como la experiencia humana influye en nuestro percibir el mundo que vivimos a cada instante pasa a ser uno de sus problemas fundamentales.
El movimiento narrativo en psicología
Uno de los maestros teórico del movimiento narrativo en psicología, el psicólogo cognitivo Jerome Bruner en sus dos libros fundamentales Realidad Mental y Mundos Posibles y Actos de Significado resuelve un problema teórico fundamental con respecto al funcionamiento de la mente humana de una forma sencilla y exhaustiva. La propuesta de Bruner es que hay dos maneras diferentes de conocer, vale decir, dos modalidades de funcionamiento cognitivo, de pensamiento y que cada una de ellas nos entrega modos característicos de construir la realidad. Estas dos modalidades de pensamiento no se pueden reducir una a la otra sin el riesgo evidente de pérdida de la riqueza que encierra la diversidad del pensamiento. Aún más, estas dos maneras de conocer son autónomas, tanto en sus principios de funcionamiento como en los criterios de verificación del conocimiento a que alcanzan.
Las modalidades de pensamiento que Bruner distingue son el modo de pensamiento paradigmático y el modo narrativo. La modalidad paradigmática o lógico-científica cono la define Bruner intenta ser un sistema matemático, formal de descripción y explicación. La metáfora para entender este pensamiento es la computadora. Actualmente sabemos mucho de este pensamiento paradigmático y de su función tanto en los adultos como en los niños. Con este pensamiento es que resolvemos la mayoría de los problemas prácticos de la vida diaria. Para la mayoría de las personas es el único tipo de pensamiento que hay. Y hasta hace 10 a 15 años los psicólogos también creían lo mismo.
El modo de pensamiento narrativo -nótese que Bruner también lo describe como pensamiento- es por cierto menos conocido. Sin embargo es el tipo de pensamiento mas antiguo en la historia humana. Probablemente preexistió al pensamiento paradigmático. El pensamiento narrativo consiste en contarse historias de uno a uno mismo y a los otros, al narrar estas historias vamos construyendo un significado con el cual nuestras experiencias adquieren sentido. La construcción del significado surge de la narración, del continuo actualizar nuestra historia, de nuestra trama narrativa. Es una actividad humana fundamental. Todos lo hacemos. Humberto Maturana en su último libro El Origen de lo Humano en la Biología de la Intimidad (en prensa) y en comunicaciones personales con el autor de este artículo también ha descrito estas dos modalidades de pensamiento. Desde su Teoría Biológica del Conocer los llama razonar lineal yrazonar sistémico.
Modos de pensamiento y tipos de abstracción
Mientras que el pensamiento paradigmático llega a ser abstracto debido a que está interesado en los aspectos conceptuales más universales o generales, la capacidad abstractiva del pensamiento narrativo surge de su interés por lo particular. Como lo señala Bruner «se ocupa de las intenciones y acciones humanas y de las vicisitudes y consecuencia que marcan su transcurso». Para Joyce «las particularidades del relato son epifanías de lo ordinario». El contar historias es un procedimiento opuesto al pensamiento paradigmático, ya que la historia surge de lo que es absolutamente particular, de lo que es sorpresivo, inesperado, anómalo, irregular o anormal. Cosas que no deberían pasar y pasan. Eventos que se apartan totalmente de lo establecido. La abstracción del pensamiento narrativo surge de las imágenes. El pensamiento narrativo es un pensamiento de imágenes que no sigue una lógica lineal, si no que es analógico, funciona por analogía, por semejanzas. Las imágenes se juntan unas con la otra y se ponen en secuencias por semejanzas de contenido, por similitud de tonalidades emotivas. Nicanor Parra en su poema «El hombre Imaginario» muestra lo que es esta abstracción narrativa. Las imágenes que contiene evocan inmediatamente la historia de toda una vida.
La trama narrativa y la terapia cognitiva post-racionalista
En el enfoque cognitivo post-racionalista del psicoterapeuta y teórico italiano Vittorio Guidano estaba implícita la modalidad narrativa tanto en la conceptualización de la psicopatología como también en la psicoterapia. En su último libro Desarrollo de la Terapia Cognitiva Post-Racionalistaintenta introducir formalmente el tema de la trama narrativa en su modelo terapéutico y se enfrenta al problema de relacionar el cambio humano, la identidad personal y la narrativa personal.
La Narrativa y la Identidad Personal
Para un mejor entendimiento de lo que es la identidad personal tenemos que hacer referencia a lo que es un sistema que se autoorganiza, un sistema determinado en su estructura como diría Maturana, que organiza su experiencia de realidad. Guidano, sostiene que un sistema de este tipo mantiene, por todo el ciclo de vida, la unidad de sí mismo como sistema, es decir, el sistema mantiene lo que se llama su identidad. Para este autor, la identidad no es estática, la identidad es precisamente una construcción y no es una representación como lo plantean los enfoques racionalistas. Para Guidano la construcción de la identidad personal significa la tarea de individualizarse y de diferenciarse respecto a un mundo, lo que siempre implica una manera de ver el mundo y lo que es más importante una manera de sentirse en él. Guidano señala que desde el primer momento cada acto de identidad, cada acto de individualizarse respecto a lo otro implica siempre la elaboración y construcción de un significado personal. ¿Como esto ocurre?
Guidano señala que «la construcción de un significado personal es una actividad que desde el inicio del desarrollo humano corresponde a un proceso de secuencialización de eventos significativos, es decir, juntar secuencias de conjuntos de eventos prototípicos que son significativos desde el punto de vista de la activación emotiva del sujeto. Al poner en secuencia estos conjunto de eventos -las imágenes, combinadas y recombinadas entre ellas- se llega a desarrollar una configuración unitaria, y a través de ella es que se puede ver un mundo y sentirse en él. La manera como se ve la construcción de una visión del mundo no es algo puramente intelectual, cada secuencialización de eventos y escenas comporta una activación también del mundo emocional y el reverberar de eventos prototípicos corresponde al reverberar de modulaciones emotivas específicas. Esta configuración unitaria de conjuntos de eventos, imágenes, etc. desde un comienzo empieza a transcribir todas las características que podemos decir de una historia. Secuencializar los eventos es interpretarlos. Secuencializar los eventos en imágenes y escenas significa interpretarlos, significa darles nuevos términos, darles una trama narrativa».
McIntyre en su libro After Virtue usa la expresión «unidad narrativa de la vida» cuando se refiere a esta trama narrativa que es la continuidad unitaria del sentido de uno mismo. La secuencia de imágenes que la constituye no es algo más que el mantenimiento de la coherencia y la continuidad de la propia historia de vida. Para Guidano, el sentido de uno mismo coincide con la coherencia interna de esta historia de vida única de la cual uno es el personaje principal y que uno interpreta y vive cada día.
Guidano sostiene que este personaje va cambiando de acuerdo a lo que va ocurriendo en su historia, el personaje tiene que modularse con los acontecimientos que caracterizan su vida. En la vida de cualquier persona es inevitable que ocurran eventos impredecibles en cada día, en cada momento. Cualquiera de ellos cambia nuestro modo de vida, cambia nuestras expectativas y ese evento continuará siendo perturbador hasta que logre integrarlo en la historia de mi vida. Así ocurrirá lo que Ricoeur en su libro Si Mismo Como un Otro señala como «que lo casual se vuelve destino». Para Guidano lo casual se ha involucrado en la secuencia de eventos de la historia y al mismo tiempo el sentido perturbador que se ha experimentado cuando el evento impredecible se produjo se ha transformado en un matiz más del cual se puede experimentar el sentido de continuidad y de unicidad de mi historia de vida.
La trama narrativa y la psicopatología
Puede ocurrir que en la vida de una persona, un evento o una serie de eventos no pueden ser asimilados en su historia de vida. Ese evento que no ha sido procesado ni elaborado es lo que se va a transformar en un síntoma psicopatológico. Por ejemplo, la no asimilación de una experiencia de haberse decepcionado del padre por parte de una adolescente puede disparar en ella un episodio anoréctico agudo. Otro ejemplo, experiencias de rechazo no reconocidas en un hombre de mediana edad gatillan una reacción depresiva severa.
Desde este enfoque vemos la psicopatología como perturbaciones en la continuidad de la trama narrativa que implica que eventos que gatillan perturbaciones emocionales permanecen sin ser integradas a la historia de vida del sujeto.
Desde una perspectiva post-racionalista la psicopatología no se ve en términos de contenido. Si nosotros participamos de la idea de que el sistema humano es un sistema que se autoorganiza no podemos ver entonces lo normal, neurótico o psicótico en relación a categorías que están haciendo referencia a una realidad externa objetiva. Desde la posición constructivista y post-racionalista se ve lo normal como la capacidad que tienen las personas de adaptarse en función de su flexibilidad en las diferentes situaciones de vida. Los neuróticos serían aquellas personas donde la flexibilidad está disminuida y por lo tanto mantienen puntos de vista rígidos y no generan teorías que les permitan integrar los eventos perturbadores a su trama narrativa. En la psicosis se ve una interrupción absoluta del proceso de continuidad de la trama narrativa. La psicoterapia tendría que ser visualizada como un proceso en que la persona, a través de repetidas reconstrucciones pueda ir integrando estos eventos que son vividos como extraños a si misma, como es el caso del neurótico o que han interrumpido totalmente la continuidad de la trama narrativa como es el caso de los psicóticos. De esta manera se facilita la reorganización que la persona pueda hacer de la historia de su vida. Este trabajo terapéutico se realiza en sesiones en la cual el paciente trabaja y colabora activamente en la reconstrucción de la secuencia de eventos y situaciones perturbadoras. Pero por sobre todo la terapia no incluye los psicofármacos, ya que estos no aportan nada a la reorganización de la manera como la persona está construyendo su significado personal. Por el contrario casi en la totalidad de los pacientes es incompatible con la psicoterapia. Incluidos los psicóticos.
El Hombre Imaginario
Nicanor Parra
El hombre imaginario
vive en una mansión imaginaria
rodeada de árboles imaginarios
a la orilla de un río imaginario
De los muros que son imaginarios
penden antiguos cuadros imaginarios
irreparables grietas imaginarias
que representan hechos imaginarios
ocurridos en mundos imaginarios
en lugares y tiempos imaginarios
Todas las tardes tardes imaginarias
sube las escaleras imaginarias
y se asoma al balcón imaginario
a mirar el paisaje imaginario
que consiste en un valle imaginario
circundado de cerros imaginarios
Sombras imaginarias
vienen por el camino imaginario
entonando canciones imaginarias
a la muerte del sol imaginario
Y en las noches de luna imaginaria
sueña con la mujer imaginaria
que le brindó su amor imaginario
vuelve a sentir ese mismo dolor
ese mismo placer imaginario
y vuelve a palpitar
el corazón del hombre imaginario